ROAD TRIP DE LUNES

Si algo tiene ser autor de un blog, es que puedo escribir cuando quiera y sobre lo que quiera tratando de cumplir la regla máxima del respeto. Y estando en estas, pues volveré a homenajear a una persona esencial en mi vida, el más grande de los amigos que he tenido y tendré, de eso también estoy seguro. Para qué decir tu nombre si de sobra sabes que eres tú, compañero. Y si no he escrito esto antes es porque la desidia, se va apoderando de mí y holgazaneo sin remedio. Me apetece dejar reflejado nuestro particular y rápido Road Trip del pasado lunes, un lunes al sol en mi vida pero que disfruté sobremanera porque tal y como te dije, espero que sea un nuevo punto de inflexión en mi vida.

Coche sencillo y la compañía de diversos personajes que hicieron aún más ameno si cabe nuestro viaje por el asfalto sureño. Leonard Cohen, Bob Dylan, nuestro gran Bruce, los chicos de Radio Futura o los de U2, y la caña rockera ya añeja de los Guns and Roses cuyo genio emperador de las cuerdas nos hizo vibrar, una vez más, con su solo de Sweet Child of Mine, mientras surcábamos tierras granadinas, ya de regreso y con el astro rey agonizando entre colinas. Todos ellos pusieron ambiente a largas horas de charla donde me escuchaste y te escuché, como siempre hemos hecho y nunca me cansaré. Una vez más noté esa complicidad que los ya muchos años de amistad han moldeado hasta conseguir una escultura de buen parecido.

Me hacía falta, como tantas otras veces en los últimos años, y como siempre, el interlocutor impasible ante mis dudas existenciales, asistía con los oídos plenos y el alma ensanchada. Hace cuatro años,  casi preludiando lo que podría venir te comenté, en la sequedad del asfalto manchego, que quería hacer ese viaje porque no sabía qué tiempos vendrían. Lo que vino, ya lo sabes, años de infierno, de bucear en el lodo. El otro día, ese lunes al sol, en circunstancias distintas, nos adentramos nuevamente en la placidez del imperio asfáltico y te comenté que albergaba la esperanza de que nuevos aires refrescaran mi cara, también la tuya, sobra decirlo.

Por eso te quiero dar las gracias, por estar ahí, por haberme acompañado en grandes momentos de mi vida y  sobre todo en los peores, en mis años difíciles. Cuando algo llama mi atención, no quiero y no puedo dejar pasar la oportunidad de dejarlo plasmado en este espacio que lo guardará por toda la eternidad.

Fue un Road Trip Express, un viaje por carretera necesario que me abrió la mente y el alma, una vez más.

Simplemente, prometo estarte agradecido.

Lord Buworld

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