VIEJOS FANTASMAS

Nunca imaginé que, a punto de llegar al medio siglo iba a desenterrar algunos viejos fantasmas que allá por los primeros años ochenta solían protagonizar algunas de mis pesadillas y quebrantos vitales de la niñez. Los que tienen mi edad o más sabrán que la posibilidad de que ocurriese una guerra nuclear era algo que estaba en el día a día. Estábamos en plena Guerra Fría y las películas, novelas, debates televisivos y un largo etcétera tenían como tema central la guerra nuclear y la supervivencia en caso de que tal catástrofe tuviese lugar.  Nos martilleaban con películas americanas en las que, obviamente, los estadounidenses eran los buenos y salvadores del planeta y los soviéticos malandrines la enfermedad comunista que había que aniquilar. Nos explicaban cómo había que construir un refugio para salvarnos y sobrevivir al invierno nuclear. Yo, que siempre he vivido en bloques de pisos, me atormentaba  ante la nula posibilidad de construir uno en mi bloque del Calvario torremolinense. Recuerdo incluso una charla en el colegio donde un profesor de ciencias naturales nos explicaba tras el visionado de un documental lo que ocurriría si un conflicto así estallase y las demoledoras consecuencias para el planeta. Poco tiempo después se hizo también muy popular la película El Día Después que terminó de acojonarme en mi cándida niñez dejándome muy clarito que nos iríamos al carajo todos.

Con los años, aquel viejo fantasma se fue diluyendo como un azucarillo con la llegada de Gorbachov y su Perestroika, apoyados por los diversos gobiernos norteamericanos que vieron cómo se convertían en los dueños absolutos del planeta.  Por tanto, mi generación fue creciendo  olvidando aquel viejo fantasma. Yo mismo, bromeaba hace unos años con mi hijo cuando le contaba esos terrores infantiles que tenían su base lógica y que parecía algo ya completamente olvidado. Eso ha sido así hasta este año presente 2022 tras el estallido de la Guerra Rusia-Ucrania donde se ha vuelto a poner en la palestra la terrorífica posibilidad de que ese fantasma se haga realidad.

Desde mi humilde punto de vista, no creo que eso vaya a ocurrir nunca peo sí que es cierto que las últimas declaraciones de Vladimir Putin, las maniobras de Corea del Norte lanzando misiles, las maniobras conjuntas de americanos, japoneses y coreanos del sur, y todo este maldito juego de guerra al que se están sumando cada vez más países, confieso que me tienen un tanto acojonado y no me está gustando nada lo que veo, escucho y leo.

Pero bueno, habrá que confiar en que triunfe u ondee la bandera de la cordura sobre este mapa de la sinrazón.

Sí que son tiempos difíciles estos primeros años de la década de los veinte. Confiemos en que termine este mal sueño.

Como siempre, un placer.

Lord Buworld

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